martes, 3 de noviembre de 2015

Primeras jornadas, primeras impresiones



 Tras las primeras salidas al campo, uno está en condiciones de sacar las primeras conclusiones de lo que puede dar de sí esta temporada. En mi bola de adivino claramente veo que será un mal año de perdiz y que,  una vez más, más de un día acabaremos acudiendo a ese sucedáneo emplumado que se compra a tanto el ejemplar. Quiero pensar que con las perdices no me sucederá lo mismo que con las truchas, que de tanto pescar truchas adocenadas y sin pintas rojas, le perdí el gusto a la pesca y a la delicia de soledad que es manejar la cucharilla en las aguas limpias de un río truchero.

De las liebres mejor no hablo porque también andan boqueando por los terrenos en los que yo cazo. Hasta tal punto que en uno de los cotos que tengo directamente se ha prohibido su caza. 

Afortunadamente, el conejo si ha aguantado bien el envite de la sequía y está dando su juego, para mejor aprendizaje de Tiza, mi cachorrilla, que esta temporada anda estrenando aulagas, jaras y zarzas y que, de seguir así, pronto le quitaré la “L” de esa fase de aprendizaje de la que tanto disfrutamos los cazadores.

En breve colgaré el vídeo con el resumen de algunos de los lances que he conseguido grabar cazando a los del traje gris y podréis ver en directo el despertar cinegético de Tiza, esta podenquilla que me tiene comido el seso.


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