martes, 17 de noviembre de 2015

El "Click"



Si uno entiende bien el paso de los años, termina aprendiendo a sacarle la savia a algunos momentos que antes pasaban desapercibidos. La caza, en esto, no es una excepción. Pasadas las primeras fiebres que exigían un tratamiento a base de muchos tiros y mucha carne muerta; algunos cazadores, entre los que creo encontrarme, alcanzan un estado de calma cinegética, de no demanda de una contraprestación abultada en el morral. En esta fase, se pone el acento en el detalle, en ese maravilloso mundo cinegético al por menor.

viernes, 13 de noviembre de 2015

Cuestionando las estrellas



Tengo para mí que esto de la perdigonada de las escopetas de caza tiene tantas variables como estrellas el firmamento, pues en la mayor o menor apertura de los disparos intervienen tantos factores que no es descabellado pensar en el azar como uno de ellos. En puridad, para su análisis deberíamos acudir a un método “ceteris paribus”, muy propio de los economistas, que para estudiar el efecto de una variable, han de mantener constantes las demás que intervienen en una determinada situación. Método engañoso donde los haya pues tanto en la economía, como en los disparos de las escopetas de caza o tiro, intervienen tantas variables de manera simultánea que volverían loco al matemático más ducho en resolver ecuaciones de muchas incógnitas.

martes, 3 de noviembre de 2015

Primeras jornadas, primeras impresiones



 Tras las primeras salidas al campo, uno está en condiciones de sacar las primeras conclusiones de lo que puede dar de sí esta temporada. En mi bola de adivino claramente veo que será un mal año de perdiz y que,  una vez más, más de un día acabaremos acudiendo a ese sucedáneo emplumado que se compra a tanto el ejemplar. Quiero pensar que con las perdices no me sucederá lo mismo que con las truchas, que de tanto pescar truchas adocenadas y sin pintas rojas, le perdí el gusto a la pesca y a la delicia de soledad que es manejar la cucharilla en las aguas limpias de un río truchero.